
Sabemos sumar sandías con sandías, y restar plátanos entre ellos, pero ¿no nos enseñaron desde pequeños a no mezclar peras con manzanas? ¿Y si ahora quisiéramos sumarlas?
Cuando necesitamos, en estadística, sumar peras con manzanas o entregar información resumida sobre variables de distinto tipo (y distintas escalas), debemos echar mano de un proceso o procedimiento conocido como estandarización. Este proceso , relativamente simple consiste es traspasar valores, provenientes de distintas escalas, a una escala común, sin unidad de medida donde es posible finalmente comparar y analizar la información.
Para estandarizar una serie de valores debemos proceder de la siguiente manera:
1) Calcular la media aritmética (promedio) de los datos.
2) Calcular la desviación estándar de los datos.
3) Restar a cada valor el promedio obtenido en el punto número 1
4) Dividir el resultado obtenido en el punto número 3 por el valor de la desviación estándar.
¿No se entendió?
Veamos el siguiente ejemplo (calcúlelo usted mismo):
Sean los datos los siguientes:
Puntajes: 4, 6, 2, 4, 4, 3, 7, 9, 8, 2
Media aritmética: 4,9
Desviación estándar: 2,47
Puntajes estandarizados: -0,36 0,45 -1,17 -0,36 -0,36 -0,77 0.85 1,66 1,26 -1,17
Ahora que ya conocemos el proceso matemático de la estandarización podemos preguntarnos ¿y cuándo necesito mezclar peras con manzanas?
Tomemos el siguiente ejemplo:
Un profesor de educación física necesita determinar que alumno es quien se desempeña mejor en un conjunto de 4 pruebas atléticas. Para ello ha confeccionado una tabla donde ha dejado expresado ciertos valores del rendimiento de los alumnos. La tabla confeccionada se presenta a continuación.

¿Podría usted entonces señalar que alumno es el que tiene un mejor desempeño en el total de las 4 pruebas?
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